Las calzadas, en aquella entonces, se construían similar a las nuestras, pero todo era echo manualmente. Primero delimitaban el espacio, luego ponían cimientos para la firmeza y encima se le aplicaban capas intermedias de algún material duro, para que, finalmente, todo fuera revestido con piedras.
¿Por qué Roma y no otro lugar?
Primeramente, porque Roma era el lugar en donde se centraba el Imperio, y todas las provincias conquistadas por los romanos debían estar conectadas al lugar donde se originaba el mismo poder romano. Esto, ya dicho, mejoraba la movilización del ejercito imperial hacia cualquier lugar donde fueran necesarios, ya sea por conquista o por otros motivos. Luego, con el pasar del tiempo, también Roma se convirtió en el centro de la cristiandad y eso reforzó más aún la importancia de las calzadas que llevaban hacia la capital.
Todos los caminos, hayan sido públicos o privados, para bien o para mal, llevan a Roma.
¿Qué importancia pueden tener hoy las antiguas calzadas romanas?
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