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domingo, 2 de octubre de 2011

La República Romana, Guerras Púnicas y primeros pasos al Imperio.

El periodo de la República se extiende des de el año 509 a. C., cuando se puso fin a la monarquía con la expulsión del último rey, Lucio Tarquino el Soberbio, hasta el 27 a. C., fecha en que tuvo su inicio el Imperio Romano.

Inmediatamente después de la expulsión del monarca se creó un Senado permanente que decidió abolir la monarquía convirtiendo a Roma en una república en el año 509 a. C. Roma se dotó con un nuevo sistema de gobierno designado para sustituir el liderazgo de los reyes. Se creó el nuevo cargo de Cónsul, asignado expresamente a dos senadores. Inicialmente, los cónsules poseían todos los poderes que antaño tenía el rey, pero compartidos con otro colega consular. Sus mandatos eran anuales, y cada cónsul podía vetar las actuaciones o decisiones de su colega.

Luego se les quitaron algunos poderes a los cónsules y se crearon nuevas magistraturas que acapararon distintos poderes, menores a los que originalmente poseía el monarca. Las primeras de estas nuevas magistraturas fueron las de pretor, que reunía las potestades judiciales de los cónsules, y la de censor, que poseía el poder de controlar el censo. Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino, sobrino de Tarquinio y viudo de Lucrecia, se convirtieron en los primeros cónsules del nuevo gobierno de Roma.

La República Romana consolidó su poder en el centro de Italia durante el siglo V a. C. Luego en roma ocurrió o nació una especie de afán conquistador para lograr hacer crecer a la ciudad y lograr gran poder económico lo que llevo a Roma a buscar conquistar diversos territorios, en primer lugar en los siglos IV y III a. C. Roma se impuso como potencia dominante de la península Itálica sometiendo a los demás pueblos de la región y enfrentándose a las polis griegas del sur. En la segunda mitad del siglo III a. C. proyectó su poder fuera de Italia, lo que la llevó a una serie de enfrentamientos con las otras grandes potencias del Mediterráneo, en los que derrotó a Cartago en las guerras Púnicas que fueron tres batallas en la que se enfrentaban las dos mayores potencias del mediterráneo, en un principio Cartago era el pueblo dominante en el Mediterráneo y Roma era la gran fuerza que estaba surgiendo de la península itálica. El conflicto surgió por los conflictos de intereses entre los pueblos Cartaginienses y una Roma que buscaba expandir su territorio y riquezas. Las guerras Púnicas fueron una serie de tres conflictos en las cuales en las tres batallas el ganador resulto ser roma que finalmente se apodero de los territorios de Cartago.

En los años posteriores, siendo ya la mayor potencia del Mediterráneo, expandió su poder sobre las polis griegas; el reino de Pérgamo fue incorporado a la República y en el siglo I a. C. conquistó las costas de Oriente Próximo, entonces en poder del Imperio seléucida y piratas.

Luego de convertirse en la mayor potencia del mediterráneo, Roma creció de una manera sorprendente y adquirió muchas riquezas y bienes económicos, pero con todas estas riquezas también Roma obtuvo una gran cantidad de problemas sociales. Los soldados que venían de la guerra no tenían bienes y todos los territorios y riquezas aqueridas fueron repartidas entre los patricios, este fue el primer hecho que puso en descontento del pueblo, y luego la nueva clase creciente a causa de las guerras, la de los esclavos comenzó a reclamar sus derechos al igual que los campesinos que no veían reflejado todos bienes adquiridos por roma. También se reclamo más participación política por el pueblo ya que en el poder solo estaban los patricios. Se establecieron nuevos puestos o cargos y formas de gobernar, pero ninguna con resultados absolutos que permitieran establecer un equilibrio en la república. Todos los problemas al final llevaron a tres guerras civiles las que pondrían fin a la República, específicamente lo que ocurrió fue que se puso fin a los triunviratos cuando el senado le otorgo a Octaviano el cargo de Imperator Caesar Augustus. Octaviano aseguró su poder manteniendo un frágil equilibrio entre la apariencia republicana y la realidad de una monarquía dinástica con aspecto constitucional —lo que es conocido como el Principado— en cuanto que compartía sus funciones con el Senado, pero de hecho el poder del princeps era completo. Formalmente nunca aceptó el poder absoluto aunque de hecho lo ejerció, asegurando su poder con varios puestos importantes de la República y manteniendo el mando sobre varias legiones. Este fue el fin de la Republica.

Con todos los hechos ocurridos y diversos problemas sociales y desestabilizad política en la república y luego la aparición de una nueva forma de gobernar, el imperio ¿ se podría decir que quizás era mejor aplicar un sistema en el cual un representante tuviera el la mayor cantidad de poder posible?

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