La dinastía Antonina, también conocida por algunos historiadores como la dinastía Ulpio-Aelia, fue la dinastía más estable del principado romano, manteniéndose en el poder por 96 años. Durante este período coincidieron una serie de gobernadores capaces con un periodo de prosperidad económica lo que facilitó en buena medida la estabilidad política. Por lo que se señala esta época como al apogeo del Imperio Romano.
Irónicamente, los antoninos no fueron una dinastía en el sentido estricto del término, ya que muchas veces no hubo vínculos familiares entre muchos de ellos. Diversas circunstancias, como la vulnerabilidad del gobierno de Nerva, la homosexualidad de Trajano y Adriano, la muerte prematura de los hijos varones de Antonino Pío, hicieron que tuvieran que buscar herederos fuera del ámbito familiar pudiendo de esta manera seleccionar a quien a su criterio tenían más capacidad para desempeñarse como Emperador. La excepción fue Marco Aurelio, quien fue sucedido por su hijo Cómodo. Muchos han visto en esta decisión de Marco Aurelio una traición al ideal de elegir al mejor o simplemente como una natural debilidad de padre. Sin tener en cuenta, que los otros emperadores antoninos, eligieron a quienes consideraban el mejor, porque no tenían herederos directos. Que un gobernante tan cruel y delirante como Cómodo, se haya mantenido doce años en el poder, demuestra la legitimidad con la que contaban los Antoninos.
Otra característica peculiar de los Antoninos, es que fue la única dinastía del principado, que no se impuso tras un periodo de guerra civil ocasionada por la vacante del trono. Eso se debió en gran parte a la habilidad política de Nerva, que supo en un primer momento negociar con los diferentes grupos de presión y cuando resultó evidente de que su gobierno se estaba quedando sin apoyo, adoptar a Trajano para obtener de esta manera, mayor estabilidad. Si bien no es prudente en los estudios históricos que hubiera pasado en caso de que no se tomaran determinadas medidas o no hubieran acontecido ciertos sucesos, hay suficientes evidencias como para pensar que una guerra civil venía en camino y fue la adopción de Trajano lo que calmó las aguas.
¿Que creen que es mejor, dejar herederos de familia en el trono o elegir el mas apto para estar como emperador?
Creo que lo mas lógico y correcto es elegir a otra persona más apta para tomar el poder como emperador ya que como se vio en roma, la familia trabajando entre si, no dio demasiado resultado, porque no es algo para lo que todos estén listos, al contrario requiere mucho conocimiento interés e inteligencia para tomar el cargo de emperador de un imperio.
ResponderEliminarElegir a alguien capaz para el cargo, que realmente desee llevarlo y posea la moral necesaria para el bien del imperio.
ResponderEliminarUn heredero al trono, como hemos visto cientos de veces y no sólo en Roma, no siempre deseará ser el emperador ni estará listo en cualquier momento. Además, cualquier error al elegir al siguiente emperador, tendrá que sufrirlo el pueblo, lo que incluso podría llevar al imperio al fin de su era.